La presión fiscal es la recaudación en impuestos dividido entre el producto interior bruto de un país mientras que el esfuerzo fiscal se refiere a la presión fiscal entre el PIB per cápita de ese país.

Vivimos un momento en el que la fiscalidad y los impuestos están en todos los debates. Ya sea porque muchas comunidades autónomas están modificando sus tributos o bien porque el Gobierno acaba de presentar un nuevo paquete de medidas en materia fiscal, además de los Presupuestos. En medio de todo esto algunos políticos utilizan términos como presión fiscal o esfuerzo fiscal, muchas veces como sinónimos. ¿Qué significa cada uno? Lo analizamos con expertos.

¿Qué es la presión fiscal?

De todas las formas posibles de medir la carga impositiva, la más conocida es la presión fiscal. Así lo explican los economistas José Félix Sanz y Desiderio Romero en un informe de Funcas. Además, indican que su sencillo cálculo, conjuntamente con la escasa información que requiere su cómputo, hacen que este indicador sea, con diferencia, el más utilizado en la valoración de los sistemas fiscales, especialmente para hacer comparaciones internacionales.
Javier Collado, profesor de Tributación del Centro de Estudios Financieros, describe la presión fiscal como “la cantidad de dinero que recauda el Estado en impuestos dividido entre el producto interior bruto (PIB)”. Por tanto, la presión fiscal es el indicador perfecto para saber lo que está aumentando la recaudación en relación al PIB.

Sin embargo, Collado advierte de que este indicador no tiene en cuenta cuánto aportamos los ciudadanos en esa recaudación, algo que sí mide el esfuerzo fiscal. En la misma línea argumenta Mónica Melle, profesora titular de Economía Financiera en la Universidad Complutense de Madrid, cuando explica que “este indicador no tiene en cuenta la capacidad económica de los contribuyentes”.

Para José Félix Sanz y Desiderio Romero “la crítica al índice de presión fiscal no es su cómputo en sí, sino el obsesivo uso que se le está dando convirtiéndole en el elemento esencial, casi único, sobre el que descansa el debate actual de la reforma fiscal”. Para estos estudiosos un análisis riguroso de los sistemas fiscales requiere de la aplicación de técnicas estadísticas, econométricas y de modelización matemática más elaboradas que el simple cociente de dos macromagnitudes, como son la recaudación y el PIB. “La presión fiscal ni mide cuestiones distributivas, ni aspectos de eficiencia económica ni consideraciones de bienestar social”, añaden.

¿Qué es el sacrificio o esfuerzo fiscal?

“El esfuerzo fiscal es la presión fiscal dividida entre el PIB per cápita de ese mismo país”, indica Collado. “En países con el PIB per cápita relativamente bajo, como podría ser el caso de España, aun teniendo una presión fiscal más baja que otros, puede resultar un esfuerzo fiscal más elevado. Esto ocurre porque en España la gente paga impuestos con rentas significativamente más bajas”, indica Melle.

Sin embargo, “el esfuerzo fiscal tampoco da detalles de cómo está distribuida la carga impositiva en España”, apunta Melle. El informe de Funcas explica que “los índices de sacrificio (o esfuerzo) fiscal fueron propuestos hace más de medio siglo por Henry Frank y Richard Bird que además de tener en cuenta la recaudación y el PIB, consideran también el tamaño poblacional y la renta per cápita”.

Esto no significa subir impuestos

“Que crezca la presión fiscal no es ni bueno ni malo por sí solo y no significa que se estén creando nuevos impuestos ni que se suban los existentes. Se puede deber a un tema de inflación y que el PIB no crezca o lo haga por debajo de la inflación”, explica Collado. Y advierte que “citar los datos de presión fiscal de la OCDE para ilustrar una supuesta subida impositiva en un país es incorrecto porque son cosas completamente diferentes”.
Además, para Melle, alrededor de los impuestos existen otros importantes debates como el de la eficiencia del gasto o la redistribución de los tributos de la que nada nos indica el dato de esfuerzo fiscal.

 

Desde PEREA GÁMEZ, despacho situado en Tenerife (Canarias, España) hacemos un seguimiento de esta y otras noticias de carácter económico.

Fuente: Centro de Estudios Financieros (CEF)